Verdades Bíblicas
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“Algunos abandonarán la fe”

Continuando en 1 de Timoteo 4 leemos:

1 Timoteo 4:1-3
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.”

Si alguien que vino a la fe nunca pudiera abandonarla, entonces también sería imposible abandonarla para estas personas de las cuales el Espíritu está hablando aquí. Pero obviamente esto no es imposible. ¿Cómo sucede en su caso? Cayendo víctimas de falsos maestros, los cuales a su vez son instrumentos de espíritus engañadores. Anteriormente hablamos de dos grupos principales de falsos maestros: aquellos que pervierten la gracia de Dios y la convierten en una licencia para la inmoralidad y aquellos que promueven falsa humildad y adherencia a cosas que Dios nunca planeó. Ambos tienen su conciencia cauterizada y por eso no tienen ningún límite. Me parece que los falsos maestros del pasaje anterior pertenecen al segundo grupo que promueve falsa humildad, esto es, aquellos que promueven venir a Dios supuestamente a través de tales cosas como abstinencia de alimentos o negarse al matrimonio. Esto es en verdad muy relevante. De hecho fue solo unos cientos de años después de que Pablo escribió lo anterior, en el concilio de Elvira en 306 DC cuando de acuerdo al Canon 33: “todos los obispos, presbíteros, diáconos y todos los otros clérigos se debían de abstener de sus esposas y de no tener hijos” y de esta forma se abrió el paso a la obligación del celibato, el cual después se convirtió en un requerimiento para ministros de algunas denominaciones.

Los falsos maestros siempre extraviarán a la gente y nosotros tenemos que tener cuidado. No obstante, es imposible tener cuidado si por nosotros mismos no sabemos lo que la Palabra de Dios dice. ¿Leemos la Biblia por nosotros mismos, sin los “lentes” de las doctrinas que apreciamos, o básicamente basamos nuestra fe en lo que otros dicen de la Palabra de Dios? Hay muchas doctrinas apreciadas que la gente tiene y es triste decir que no leen la Biblia por sí solos porque les dijeron que sin alguien que les enseñe no entenderán. Solo “ven” esas “verdades”, si se ponen los particulares “lentes” de la interpretación de la Escritura que alguien les ha dado. Pero la Escritura se interpreta a sí misma y no necesita tales “lentes”.

Concluyendo esta sección: quiero exhortarnos: tomemos nuestra Biblia y leamosla enfocándonos en lo que el texto dice sin filtrarlo a través de teorías y doctrinas teológicas que hayamos escuchado. Dios dice lo que dice y quiere decir a lo que se refiere. Si una doctrina particular está en la Biblia, la ves claramente cuando la leas. Pero si una doctrina solo puede verse a través de los “lentes” de la interpretación de las Escrituras, yo tendría mucho cuidado en considerar esa doctrina como bíblica.

 

Autor: Anastasios Kioulachoglou

 

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