Verdades Bíblicas
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“Nadie puede arrebatarme de la mano de Jesús” (Juan 10:27-28)

He escucho a personas usar este pasaje de Juan para apoyar que nadie los puede arrebatar de la mano de Jesús, independientemente de si siguen a Jesús o no, mientras que alguna vez creyeron en Jesús. Pero ¿es esto lo que dice la Palabra de Dios? Leamos el siguiente pasaje y su contexto:

Juan 10:27-29
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.”

La promesa de “yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás , ni nadie las arrebatará de mi mano” está hecha para aquellos del verso 27:

Mis ovejas oyen mi voz, yo las conozco, y me siguen

Para ser una oveja de Cristo y para ser incluido en la promesa del verso 28 tenemos que oír Su voz, que Él nos conozca y seguirlo. Ahora, vamos a desglosar esto un poco más. ¿Qué significa seguir a Cristo? ¿Significa solo en el pasado, hacer una confesión de fe y a partir de ahí uno ya está automáticamente y para siempre incluido en el grupo de aquellos que lo siguen? ¿Cubre esta promesa de Juan 10:27-29 a alguien que aunque alguna vez creyó que Jesús es el hijo de Dios, y que luego se regresó al mundo viviendo en la carne? ¿Tal persona verdaderamente sigue a Cristo? Bueno, vamos a permitirle al Maestro que nos explique lo que implica seguirlo:

Lucas 9:23-24
“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.”

Y también Mateo 10:38
“y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.”

Para seguir a Cristo necesitamos tomar nuestra cruz e ir tras Él. Seguirle implica moverse. Seguir a Cristo es algo dinámico, algo que involucra movimiento, y de hecho moverse detrás de alguien, el Señor. El primer momento de fe es, por una parte, algo estático, algo que sucedió en algún momento en el tiempo. Ese momento nos puso detrás de Cristo. Ahora tenemos que seguirlo. Ese momento nos llevó a la fe. Ahora tenemos que correr con paciencia la carrera de la fe hasta el final, poniendo los ojos en Jesús, el líder de nuestra fe. Como leemos en 1 Juan:

1 Juan 2:10-11
El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.”

Juan no dijo eso porque alguna vez creímos y automáticamente caminamos en la luz y seguimos a Jesús para siempre. Más bien, seguir a Jesús es algo que se hace a diario. Personas que, por ejemplo odian a su hermano, están caminando en tinieblas y NO son seguidores de Jesús, independientemente de la fe que alguna vez tuvieron. Puesto que no son seguidores de Cristo no son sus ovejas, porque Sus ovejas oyen Su voz y lo siguen. ¿Podemos decir entonces que la promesa de Juan 10:28: “ y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” aplica para ellos y para cualquiera que camine en tinieblas, sin arrepentirse? No, no podemos, porque esta promesa es para los que lo siguen. Para las personas que están dispuestas a perder su vida y encontrarla en Él. Sí, tales personas nadie los puede arrebatar de la mano de Jesús.

 

Autor: Anastasios Kioulachoglou

 

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