Verdades Bíblicas
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Hebreos 6:4-9 - aquellos que fueron hechos partícipes y recayeron

Continuando en Hebreos dice:

Hebreos 6:4-9
“Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada. Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así.”

Aquí hay que considerar el hacer tres preguntas:

i. ¿habla este pasaje de creyentes? Creo que esto es obvio, ya que habla de aquellos que “gustaron del don celestial y fueron partícipes del Espíritu Santo y asimismo degustaron de la buena Palabra de Dios y los poderes del siglo venidero”. ¿Pueden incrédulos o farsantes - quienes engañan a otros pero no a Dios - ser partícipes del Espíritu Santo? No, no pueden. Por lo tanto, queda claro que el pasaje va dirigido a los creyentes.

ii. ¿Implica este pasaje que tales personas, las que “una vez fueron iluminadas y gustaron del don celestial y fueron hechas partícipes del Espíritu Santo y asimismo gustaron de la buena Palabra de Dios y los poderes del siglo venidero” pueden “recaer”? Sí, eso es exactamente lo que el texto dice.

iii. ¿Qué pasará con aquellos que se aparten? Su fin se parece al del fin del mundo: que “produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada”.

Lo anterior es de nuevo una fuerte advertencia para todos aquellos que empiezan o empezaron la carrera de la fe: empezar la carrera es grandioso. Pero debemos correrla hasta el final. Apartarse de la fe, el volverse abandonando la carrera, abandonando a Cristo, la vid, es algo que ninguno de nosotros debería hacer.

Ahora el pasaje pone en claro “que es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento”. En otras palabras, no hay camino de regreso para ellos. Y la razón viene en el mismo pasaje:

crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio

Soy de la opinión de que la mayoría de los casos de recaída pueden ser perdonados, cuando hay verdadero arrepentimiento y vuelven. Sin embargo, esto caso es algo diferente. “Es imposible” dice el pasaje, que estas personas se renueven a sí mismas para arrepentimiento. No diría que entiendo al 100% la razón dada y no quisiera decir cosas que el texto no diga claramente. Sin embargo, lo que el texto sí dice claramente es que su acto sería igual a crucificar al Señor de nuevo poniéndolo en vergüenza. En otras palabras, con su ejemplo no solamente sería como si ellos mismos participaran en la crucifixión sino que también demostraría que Él era digno de ser crucificado. Y eso no sucedería en ignorancia sino personas que han conocido al Señor y su bondad1. En mi opinión, lo que tenemos aquí no es “simplemente” el movimiento a un camino equivocado sino una negación pública, rechazo abierto de Cristo por personas que fueron “iluminadas y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero”. Para tal comportamiento no hay forma de arrepentimiento.

Tal vez, la renuncia pública de Cristo es algo cuyos motivos son difíciles de entender para aquellos de nosotros que vivimos en lo “seguro” y sin persecución particular de las sociedades occidentales. Pero no era así en el siglo I DC. El cristianismo era en ese entonces una religión ilegal y se castigaba con la muerte, tortura o confiscaciones. La renuncia pública de Cristo y el regreso a una religión legal (como el paganismo o incluso el judaísmo) era presentado por los perseguidores de los cristianos como una solución a su “problema”. Especialmente para aquellos con historial judío como los creyentes hebreos, quienes eran los receptores originales de la epístola, su regreso a la sinagoga implicaba poner a Cristo en vergüenza publica2. Tal vez por eso el autor pone un esfuerzo especial para advertir a su audiencia en contra de algo así, poniendo también muy en claro las consecuencias.

Cerrando esta fuerte advertencia encontramos las palabras alentadoras del verso 9:

“Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así”.

Y con las palabras de Juan Wesley: “Estamos seguros de que les esperan cosas que atañen a la salvación. Estamos seguros de que ahora somos salvos de nuestros pecados; y de que tenemos esa fe, amor y santidad, la cual lleva a la salvación final. Y por eso hablamos así - para advertirles - no sea que caigamos de nuestra propia constancia.”

 

Autor: Anastasios Kioulachoglou

 



Notas al pie

1. Aquellos que crucificaron al Señor clamando frente a Pilato “crucifícale, crucifícale”, lo hicieron en ignorancia (Hechos 3:14-21). La puerta del arrepentimiento estaba abierta para ellos. Pero aquellos de Hebreos 6 son otra cosa. Ellos si hubieran rechazado al Señor no lo hubieran hecho en ignorancia sino en pleno conocimiento y después fueron “iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero.

2. Para más información sobre el historial de Hebreos ver: David Pawson, Unlocking the Bible, Happer Collins Publishers 2003 pp 1115-1118 y Holger Hahn, El libro de Hebreos Lesson 1, que se encuentran en linea aquí: http://www.crivoice.org/biblestudy/bbheb1.html

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