Verdades Bíblicas
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Gálatas 5:2-4: “Desligados de Cristo”

En la epístola de los gálatas, Pablo trata con el tema de la ley y la gracia y con el hecho de que somos salvos por gracia, por el favor inmerecido de Dios, sin las obras de la ley. La razón por la cual hablaba de esto era porque algunos estaban enseñando a los gálatas que tenían que guardar la ley y que además tenían que circuncidarse. Como dijimos previamente, hablando en general hay 2 tipos de falsos maestros: el que desvía a la gente a través del legalismo, esto es, imponiendo la ley de Moisés (Sabbat, la circuncisión, diezmo, ceremonias etc.) y cosas que Dios nunca estipuló para los creyentes. Los gálatas fueron víctimas de este segundo tipo de falsos maestros. Pablo trató con el asunto poniendo en claro lo que tal partida del evangelio significaría:

Gálatas 5:2-4
“He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.”

No puedes ser desligado de algo si nunca has sido uno con el. Estas personas eran verdaderos creyentes, uno con Cristo. Sin embargo, eso cambiaría si buscaran justificación a través de la ley. En tal caso, serían desligados de Cristo y caerían de la gracia. Por lo cual, es absolutamente posible ser desligado de Cristo y caer de la gracia, esto es, estar hoy con Él y ya no estarlo en el futuro, desligarnos de Él, como en el caso de los gálatas, siguiendo una doctrina pervertida. Nota también que caerían de la gracia. No se trata de que la gracia los expulsara sino más bien que ellos mismos se apartarían de ella. De esta manera, la gracia nos sostiene mientras nosotros queramos ser sostenidos por ella. Pero sí alguien así lo quiere también puede caer de ella.

Además, como Pablo testifica de ellos solo unos cuantos versos más adelante:

Gálatas 5:7
“Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?”

Fíjate que Pablo esta usando tiempo pasado: corrían bien, pero ya no. Alguien les impidió, obviamente al enseñarles que obedecieran la ley y que se circuncidaran. Como resultado, ya no corrían bien y estaban en el camino a ser desviados. Por lo cual, es posible correr bien pero luego cambiar el curso y ser desviados, esto es, salir del camino correcto fuera de la carrera de la fe.

Ahora, la pregunta que hay que hacer aquí es: si alguien es desligado de Cristo y de este modo cae de la gracia, ¿será éste aún siendo salvo? Me parece que la respuesta está clara en Efesios 2:8 y Juan 15. De acuerdo con Efesios la salvación es por gracia a través de la fe. Si esos gálatas cayeran de la gracia ya no cabrían en el caso de Efesios 2:8. Además, de acuerdo con Juan 15:6:

“El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.”

Cualquiera que no permanezca en Cristo, cualquiera que sea desligado de Él, tiene el fin descrito en el pasaje anterior, el cual a su vez nos dice lo que pasaría en el caso de los gálatas que serían desligados de Cristo.

En resumen: sí, es posible que un creyente sea desligado de Cristo por haber seguido al engaño. Y esto, como en el caso de los gálatas, puede suceder cuando alguien reemplaza la obra de Cristo con la ley y trata de adquirir justificación a través de ella.

Desafortunadamente, algunos mal usan Gálatas para irse al otro extremo diciendo que Dios se encarga de nuestra fe y que las obras no tienen mucha importancia, como si la fe y las obras pudieran existir separadas una de la otra. Pero la verdad es que no es así.

Como Lutero dijo muy correctamente:

“Es imposible separar la fe y las obras, sería como separar el calor y la luz del fuego1

Esto es verdad. No hay salvación más que por fe y no hay verdadera fe sin el fruto correspondiente, las obras que deberían acompañarle. La “fe” sin obras no puede salvar, no porque se suponga que el fruto nos salva y eso es lo que está faltando. De lo contrario, no puede salvarnos porque fe sin frutos no es una fe verdadera, es una fe muerta como dice Santiago (Santiago 2:26) y tal fe no salva. El mensaje de este libro no es de ninguna manera la salvación a través de las obras. No hay tal salvación. Lo que hay es salvación a través de la fe, una fe que debe ser mantenida hasta el final y la cual debe ser - y será si permanecemos unidos con Cristo - fructífera. De hecho, resumiría el mensaje de este libro en el pasaje de Gálatas 5:6 que vimos antes:

“porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.”

Fe, amor, obras (acción). Los tres juntos y no creo que ninguno de los tres pueda permanecer sin los otros dos.

 

Autor: Anastasios Kioulachoglou

 



Notas al pie

1. Lutero: Una introducción a la carta de San Pablo a los Romanos.

Siguiente: 2 Timoteo 2:11-13 “Si nosotros lo negamos, Él también nos negará”