¿El camino de Eva o el camino de Jesús?
Estaba leyendo recientemente Génesis 3:6 y fui a la Biblia de Estudio que uso (The Companion Bible, Kregel Publications) para leer las notas que tiene. Era el pasaje de Eva, buscando, viendo y finalmente comiendo del árbol del conocimiento del bien y del mal, lo que llamó mi atención:
Génesis 3:6
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.”
Mi Biblia de Estudio conecta el verso anterior con 1 de Juan 2 donde en los versos 15-16 leemos:
1 Juan 2:15-16
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.”
“Los deseos de la carne”…… “la mujer vio que el árbol era bueno para comer”
“Los deseos de los ojos”…… “que era agradable a los ojos”
“La vanagloria de la vida”…… “un árbol que es deseado para hacer a uno sabio”
Los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida… son agradables a la carne, agradables a los ojos, para volverse sabio… eso es lo que los primeros seres humanos siguieron. Y eso es lo mismo que nosotros no debemos de hacer. El pecado rompe nuestra relación con Dios y nadie, como Eva, debe ser engañado pensando que puede tener ambos caminos. Como Gálatas 6:7-8 dice, refiriéndose a los cristianos:
Gálatas 6:7-8
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”
La epístola fue escrita “a las iglesias de Galacia” (Gálatas 1:2). Se les llama a los cristianos a “no ser engañados”. Si, ¡los cristianos pueden ser engañados! Nosotros los cristianos, como el texto advierte. Si sembramos en la carne cosecharemos corrupción. El mismo diablo que engañó a Eva, está activo hoy y tiene el mismo propósito: el engañarnos 1 Corintios 11:3 dice:
2 Corintios 11:3
“Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.”
“Como la serpiente engañó a Eva…”. Así como el diablo hizo con Eva, así también trata de hacer con nosotros. Eva siguió sus sentidos. Vio, pensó, actuó. Parecía lógico y sabio pero fue la más grande tragedia. ¿Qué hacemos hoy? ¿A caso seguimos a cualquier cosa que parezca ser agradable a los ojos? ¿Cualquier cosa que el mundo, lo que la mayoría haga? ¿Cualquier cosa que parece sabio de acuerdo a los estándares del mundo? O ¿Seguimos la sabiduría que es de Dios, que viene de lo alto y la cual ante los ojos del mundo es insensatez? 1 Corintios 3:18-20 dice:
1 Corintios 3:18-20
“Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.”
Esta es la única verdadera sabiduría: la sabiduría que viene de Dios. Eva conocía La Palabra pero estaba dominada por lo que vio y pensó. No debemos de seguir su ejemplo sino el ejemplo de alguien más, sin pecado, que vino hace miles de años después de que Eva fuera tentada por el mismo enemigo. Jesucristo, nuestro ejemplo, fue como en Hebreos 4:15 dice “en todas las cosas fue tentado pero sin pecado”. “Se humilló asimismo y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Ese es el ejemplo que debemos seguir.
Filipenses 2:5-11
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
Español: Aleida López de Steinmetz
Versión Bíblica: Reina-Valera 1960