Verdades Bíblicas
Suscribirse

Descarga gratis la versión optimizada del estudio en PDF  para tu eBook reader (lector de libros electrónicos / Tablet PC / Desktop PC (computadora de escritorio) / Smartphone. Edición en PDF

Aclarando Hebreos 6 y Hebreos 10

Muchos de aquellos que estiman la creencia de que en el momento que alguien cree es salvo una vez y para siempre independientemente de lo que después le suceda a esa fe, viendo que Hebreos 6 y Hebreos 10 no se alinean con esta creencia, han tratado de encontrar formas de explicar estos pasajes, las cuales básicamente tratan de probar que estos pasajes en realidad no se refieren a los creyentes. Pero si una persona que ha sido santificada con la sangre de Jesús y ha sido partícipe del Espíritu Santo nunca fue un creyente, entonces ¿quién es un creyente?

Otros, a pesar de que todavía apoyan esta doctrina, no pueden negar la enseñanza obvia de estos pasajes que sin duda alguna se refieren a creyentes. Uno de ellos es Barnes, un comentador muy conocido, a quien frecuentemente uso. Dijo lo siguiente en sus comentarios sobre Hebreos 10:26:

“Si después de que nos convertimos y nos volvemos verdaderos cristianos apostatamos, sería imposible recuperarse de nuevo, porque no habría otro sacrificio por el pecado; ni otra forma por la cual pudiéramos ser salvos. Este pasaje, sin embargo, como el de Hebreos 6:4-6, ha provocado mucha diferencia de opinión. Pero que lo anterior sea una correcta interpretación, me es evidente en cuanto a las siguientes consideraciones:

1. Es la interpretación obvia y natural, tal como probablemente ocurriría a 99 de 100 lectores, si no hubiera teoría que la apoyara, y sin duda que habría conflicto con algunas otras doctrinas.

2. Va de acuerdo con el ámbito de la epístola, el cual es el guardar a aquellos a quienes el apóstol se dirige, de regresarse de nuevo a la religión Judía, pruebas de las cuales eran objeto.

3. Está de acuerdo con el significado justo del lenguaje – las palabras “después de haber recibido el conocimiento de la verdad”, refiriéndose más naturalmente a verdadera conversión que a cualquier otro estado mental.

4. El sentimiento no sería correcto si se refiriera a cualquiera en vez de a verdaderos cristianos. No sería verdad que alguien que de algún modo ha sido iluminado, y luego peca “voluntariamente”, debe mirar temerosamente al juicio sin la posibilidad de ser salvo. Resisten “voluntariamente” al Espíritu Santo; luchan contra él; por mucho tiempo se rehúsan a ceder, pero son de nuevo llevados a reflexionar, y dirigidos a entregar sus corazones a Dios.

5. Es verdad, y siempre será verdad, que si un cristiano sincero apostatara no podría convertirse de nuevo; ver las notas sobre Hebreos 6:4-6. Las razones son obvias. Habría tratado el único plan de salvación, y habría fallado. Habría abrazado al Salvador, y ahí no habría sido lo suficientemente eficaz en Su sangre para mantenerlo, y ya no habría más el poderoso Salvador ni Su eficaz sangre de expiación. Habría renunciado al Espíritu Santo, y habría demostrado que esas influencias no fueron efectivas para mantenerlo, y no había otro agente de mayor poder para renovarlo y salvarlo después de haber apostatado, solo debe ver hacia los terribles efectos del juicio y la condenación final.”

Por lo tanto, de acuerdo con Barnes, estos pasajes solo podrían referirse a cristianos reales. Sin embargo, escoge justificarlo: ¿Cómo? De la siguiente manera:

“si se preguntaran entonces si creo que cualquier cristiano verdadero alguna vez cayó o caerá de la gracia, y perdiera su religión completamente, respondería sin vacilar, ¡no! Si se preguntara el porqué de una advertencia así, respondo: demostraba el gran pecado de apostasía de Dios si ocurriera. Es propio establecer la grandeza de este acto de pecado, aunque nunca ocurra, para demostrar cómo sería considerado por Dios.” (énfasis agregado).

En otras palabras, de acuerdo a Barnes, Dios está básicamente ¡bromeando con nosotros! Nos dice qué tan grande sería la destrucción que uno sufriría si abandonara la fe, aunque tal cosa, es supuestamente imposible. Dedica pasajes y pasajes con el único propósito de advertirnos de algo que no representa un peligro real. ¿Acaso nuestro Dios haría algo así? No, de ninguna manera. Nuestro Dios no juega con nosotros. Lo que Él dice, verdaderamente ¡lo dice en serio!

Por nuestra parte, podemos escoger una explicación rara para evitar Hebreos 6 y 10 o simplemente escogemos creer lo que leemos no solamente en Hebreos sino también en otros pasajes cubiertos en este estudio.

 

Autor: Anastasios Kioulachoglou

 

Siguiente: Hebreos 3:4-6: “si retenemos firme hasta el fin la confianza”