Verdades Bíblicas

Dios te ama (PDF) Edición en PDF

Dios te ama

En el primer tema de esta “revista” vimos que la Biblia es el libro que Dios dio para aprender de Él. Para aprender de alguien, lo mejor es concertar una cita con esa persona y examinarle a través de algún tipo de discusión, por supuesto bajo la premisa de que las respuestas que obtendrás serán fidedignas. De igual modo, para aprender de Dios la única manera es leer su “entrevista personal”: La Biblia.

En esta entrevista, una de las cosas que Dios menciona muy frecuentemente es el confiar en Él. Por ejemplo Proverbios 3:5-6 dice:

Proverbios 3:5-6
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.”

En este verso, Dios nos exhorta a no confiar poco en Él , sino a confiar en Él con todo nuestro corazón. Sin embargo, creo que la mayoría de nosotros estará de acuerdo en que para confiar en alguien o tener una buena relación con alguna persona, se necesita conocerla bien. Entre mejor se conozca a esa persona, mejor relación se tendrá y más fácil será confiar en ella.

En el pasaje anterior Dios nos llama a confiar en Él con todo nuestro corazón. Sin embargo, ¿cómo es posible, si no lo conocemos? Y, ¿cómo podemos saber sobre Él? Solo hay una forma válida: ir a la Biblia, donde Dios se revela a sí mismo.

Para lo cual hoy iremos a la Biblia para buscar qué es lo que motiva a Dios. Creo que esto nos dará un mejor entendimiento del carácter de Dios y nos ayudará a confiar en Él más, puesto que lo conoceremos mejor. Empecemos en 1 de Juan 4:8 :

1 de Juan 4:8
“...Dios es amor”

Estas tres palabras son probablemente suficientes para responder a muchas preguntas que pudiéramos tener con respecto a Dios, y que al mismo tiempo, podrán derrocar todas las opiniones que hayamos escuchado sobre Dios. Estas tres palabras nos dicen que Dios nos AMA y amor es algo que se manifiesta con acciones. Si te digo, “Te amo, te amo” y a tus espaldas hago cosas desagradables, ¿tu crees que haya amor en mí? No. El amor se tiene que manifestar con acciones. Lo mismo aplica para otras cosas por las cuales uno puede ser motivado. Si alguien es motivado por miedo, éste se manifestará en sus acciones, las cuales serán temerosas, cobardes, etc. Si se le motiva a alguien con odio, éste también se manifestará en sus acciones: crueldad, falsedad etc. Dios también es motivado por algo y ese algo es AMOR. Sin embargo, queda por ver cómo Dios manifiesta Su amor en sus acciones. Para ver estas acciones tenemos que ir a Su palabra.

1. Dios nos ama – Nos dio a Su único Hijo

Para empezar a ver las acciones de Dios, que han sido hechas como resultado de Su amor hacia nosotros vamos a 1 de Juan 4:9 que dice:

1 de Juan 1:9
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros...”

Como dice lo anterior, el amor tiene que ser manifestado con acciones. Aquí la Palabra de Dios nos dice que Dios nos ama absolutamente y que Su amor se mostró. Vamos a continuar para ver cómo fue mostrado:

1 de Juan 4:9
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.”

Dios mostró Su amor al mandar a Su único Hijo, Jesucristo, al mundo para que pudiéramos vivir a través de él. También vamos a ver un pasaje en el evangelio de Juan:

Juan 3:16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio.....”

El amor se manifiesta con acciones y aquí de nuevo la Palabra de Dios nos dice lo que Dios DIO como resultado de su amor hacia nosotros. Continuemos con el pasaje:

Juan 3:16-17
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

No debemos pasar sobre éstas palabras rápidamente, sino que debemos tomar tiempo para entender el significado de lo que éstas dicen. Entonces, de acuerdo a lo que leemos, Dios nos ama y por esta razón envió a Su único Hijo a morir por nosotros, para que al creer en Él tengamos vida eterna. Ahora, vamos a suponer que tu tienes un solo hijo. ¿lo darías para morir por cualquier propósito? Lo más probable es que no. Sin embargo, Dios decidió dar a Su único Hijo por ti y por mí. Si no lo hubiera hecho, tu y yo todavía no pudiéramos ser salvos. Tu y yo hoy podemos ser salvos porque Él decidió dar a Su único Hijo. La pregunta es: ¿porqué decidió hacerlo? ¿cuál fue su motivación? ¿qué nos dicen los versos anteriores? Fue AMOR. Dios es amor, y por Su amor hacia nosotros dio a Su único Hijo. Esa fue la acción a través de la cual demostró Su amor. Dios pagó por ti y por mí un precio que es imposible de valuar, ¿porqué? Porque NOS AMA. Todos son motivados por algo, Dios es motivado por AMOR y aquí está la prueba de Su amor. Él pagó un precio muy muy caro por nosotros. Sin embargo, no es solamente porque nos ama por la que pagó ese precio tan alto. Puede que tu ames a alguien y hagas algo por esa persona porque es muy amable y buena contigo. Pero Dios no lo hizo de esa manera, veamos:

Romanos 5:6-10
“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”

De acuerdo a este pasaje, no fue porque nosotros amamos a Dios primero y después de que decidiéramos que nos agrada, que Él a su vez decidió amarnos y por esta razón pagar el precio que pagó. Como los versos anteriores dicen: “por un justo” pudiera ser que alguno osara morir. Sin embargo, Dios no dio a Su Hijo en caso de que fuéramos “buenos”. De lo contrario, Dios demostró Su amor hacia nosotros mediante el hecho de que “siendo aun pecadores Cristo murió por nosotros”.

Hoy, después de creer en Jesucristo, ya no somos pecadores, pero esto no significa que no cometamos errores o que no pequemos. No obstante, el hecho de que cometamos errores no nos hace pecadores de naturaleza. La razón es que Cristo murió por ti y por mi y se llevó nuestros pecados en sí mismo para que creyendo en Él seamos limpios de todo pecado y de esta manera justificados. Pecador y Justo son alternativas que son opuestas una de la otra, no puedes ser ambas al mismo tiempo. La Palabra de Dios nos enseña que eramos pecadores, pero porque creímos en Jesucristo fuimos justificados (“hemos sido justificados por Su sangre”, ver también Romanos 3:21-28). Sin embargo, todo esto no pasó automáticamente, le tomó a Dios el sacrificar a Su Hijo por ti y por mi; le tomó pagar por ti y por mi un precio muy muy alto, y no pagó este precio porque eramos “buenos” y dignos sino que lo pagó aun cuando eramos, por naturaleza, pecadores e impíos. Fue entonces, donde el amor de Dios se manifestó para ti y para mi. Porque si se necesita amor para dar lo más valioso que tienes, tu único hijo, se necesita mucho más amor para darlo por pecadores e impíos, o sea indignos, aun así Dios lo hizo. Ya no somos impíos ni pecadores y esto no por nuestras buenas obras sino porque dios pagó con la sangre de Su Hijo para que creyendo en Él seamos salvos y justos, y ¿sabes porqué lo hizo? Porque nos ama. Vamos a ver otro punto al respecto.

Efesios 2:1-3
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”

El pasaje anterior nos habla de la situación en la que estábamos. Hay un énfasis notorio en el uso del tiempo pasado tres veces en los versos. La razón de éste énfasis es porque mucha gente enseña hoy, aun después de creer en Jesucristo, que aun sigues siendo pecador, muerto en tus pecados. No obstante, no es así lo que dice la Palabra, sino que dice que fuimos (tiempo pasado) pecadores, “estábamos muertos en nuestros pecados y delitos”. Es muy importante entender este punto. La Palabra dice también que éramos por naturaleza objetos de ira. Antes de que alguien crea, se le describe como “muerto en pecado y delitos”, “por naturaleza hijos de ira”. Todo esto antes de creer. Ahora dime, si alguien está muerto en pecado y delitos, ¿qué cosas buenas puede hacer? No creo que nada bueno venga de un muerto. También mira que la Palabra dice que todos nosotros, independientemente de nuestras obras buenas o malas estábamos en este estado. Ahora, si estás muerto, para vivir de nuevo, se necesita que alguien te de vida y el único que puede hacerlo es Dios. Entonces, habiendo visto como estaba la situación, vamos a ver si hubo algún cambio. Afortunadamente lo hubo y en los versos 4 al 9 del mismo capítulo se introduce el cambio, Aquel que trajo el cambio y las acciones que lo motivaron.

Efesios 2:4-9
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe [creyendo]; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

He agregado énfasis a muchos puntos, aunque debería ser el pasaje completo, porque TODO este pasaje debe estar en nuestras mentes y corazones con énfasis profundo. Habiendo visto en los versos 1-3 la horrible situación en la que estábamos (muertos en pecado), también podemos ver el cambio de ésta situación. La palabra “PERO” que introduce este cambio está ahí para comparar lo que se dijo en los versos 1-3 con lo que se va a decir a continuación. Entonces, nos dice que fue DIOS (no tu o yo, sino Dios) quien nos dio vida juntamente con Cristo. En los versos 1-3 vimos que estábamos muertos, ahora en los versos 4-5 vemos que Dios cambia esta situación y nos dio vida. También observa que no solo nos dio vida sino que también “nos resucitó, y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”. Mira cómo de nuevo se usa el tiempo pasado, ¿porqué?, ¿estás ahorita sentado en los lugares celestiales? No. Sin embargo, desde el punto de vista de Dios, después de que alguien cree en Jesucristo todo esto se considera como ya hecho. Para Dios, no estás sentado en tu silla o en tu oficina leyendo este artículo, sino que estás entado ahí, en los cielos. Aun no se materializa (se materializará al regreso de Jesucristo). No obstante, porque creíste en Jesucristo, Dios considera todo lo anterior como ya hecho. Todas éstas maravillas no son posibles debido a tus buenas obras. Si no fuera por creer en Jesucristo, hubieras necesitado algo más (por ejemplo buenas obras) entonces Dios no hubiera usado el tiempo pasado, puesto que el tiempo pasado significa que ya fue, que ya está hecho. Lo que se necesitaba para obtener todo lo anterior es creer en Jesucristo, y todo eso se considera ya hecho y por eso se usa el tiempo pasado. Porque dice: “Porque por gracia sois salvos (tiempo presente – YA eres salvo) por medio de la fe (creyendo)... no por obras” Ahora ya no eres pecador (ERAS pecador). Desde el punto de vista de Dios, ERES salvo; ya ESTÁS sentado en los lugares celestiales, YA SE TE DIO VIDA Y HAS SIDO RESUCITADO. Esa es la perspectiva de Dios y si la perspectiva que tenemos de nosotros mismos es diferente, es buen momento de cambiar ese modo de pensar en el modo en que Dios nos ve.

Ahora, habiendo visto que no merecíamos tal trato (estábamos muertos en pecado) la pregunta es ¿porqué Dios lo hizo de ese modo? ¿cuál fue su motivo? Lo vimos anteriormente en Romanos 5 y lo vemos de nuevo aquí “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores” La razón por la cual Dios hizo toda esta maravilla disponible para nosotros es porque Él nos ama. Nos amó cuando estábamos muertos en pecado. Y su amor por nosotros se describe algo grande, Dios nos amó con gran amor, y este amor fue manifestado al dar a Su único Hijo por nosotros, para que creyendo en Él fuéramos salvos, sentados en los lugares celestiales, justos, resucitados juntamente con él y otras cosas más las cuales probablemente tendremos la oportunidad de ver en temas posteriores. Pero lo que quiero señalar es el motivo de Dios, la razón por la cual hizo todo ésto, la razón por la que pagó ese precio tan alto (la vida de Su único Hijo). Esta razón no era tu valor o el mío sino el amor que Dios tuvo y tiene para con nosotros. Dios nos ama y manifestó Su amor en esta gran acción: el dar a Su único Hijo, para que creyendo en Él, tuviéramos acceso a todas esas cosas maravillosas que vimos arriba. Muchos cristianos pasan su tiempo preguntándose si de verdad Dios los ama. Vamos a asumir que tienes (probablemente sí la tienes) una TV en tu cuarto por la que pagaste unos 500 dólares y te vas de vacaciones. Vamos a suponer también que lo único que hay en tu cuarto es esa televisión, ¿dejarías tu casa sin llave? No lo creo. ¿porqué? Porque ahí hay una TV, por la que PAGASTE. DIOS PAGÓ por ti y por mi, no en dólares, sino con la sangre de su único Hijo, o sea con un precio muy alto. La razón por la que lo hizo es porque nos amó, aun cuando estábamos muertos en pecado. ¿Será posible para Dios no amarnos por tan solo un segundo? Es imposible y esto porque Él pagó un precio muy muy caro aún cuando estábamos muertos en pecado. Dios no ama las 24 horas del día y no hay nada que pueda disminuir su amor por nosotros.

Para concluir: Si nos preguntamos porqué Dios posibilitó todas esta cosas maravillosas tan solo creyendo en Jesucristo, la respuesta es porque EL NOS AMA.

2. Dios nos ama – Nos hizo Sus hijos

Otro campo en el cual Dios demuestra Su amor se describe en 1 de Juan 3:1-2

1 de Juan 3:1-2
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.”

De acuerdo a este verso, Dios no amó tanto cuando creímos en Jesucristo, que nos hizo Sus hijos. Entonces, si nos preguntamos porqué nos hizo Sus hijos, la respuesta es porque Él nos amó. Como ves, la gente trata de tener buena relación con aquellos que tienen cierto poder, y aquí Dios, quien no tiene solo cierto poder sino TODO el poder, ha hecho posible a la gente el convertirse en sus hijos. Cuando alguien cree en Jesucristo se convierte en hijo o hija de Dios (ver Gálatas 3:26). Pero ¿porqué?. De nuevo, por el gran amor que Dios tiene para con nosotros. Vamos a Romanos 5:5

Romanos 5:5
“y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”

Anteriormente vimos que cuando creemos nos convertimos en hijos de Dios, y también vimos que esto es posible debido al gran amor que Dios tiene para con nosotros. Aquí, en Romanos 5:5 vemos lo mismo. Dios, por Su gran amor, nos dio al Espíritu Santo. Si queremos probar que somos hijos de Dios, esa es la prueba. Del mismo modo que nuestros padres terrenales nos dieron la sangre que está en nuestros cuerpos y esa es la prueba de que somos sus hijos, de igual manera Dios, cuando creímos en Jesucristo, nos dio lo que Él mismo es, o sea espíritu. Y ¿que es lo que el verso anterior nos dice que es? Nos dice que es una prueba de amor que Dios tiene para nosotros. Dios nos ama y otra prueba de Su amor es que cuando alguien cree en Jesucristo, se obtiene al Espíritu Santo.

3. Dios nos ama – Nos entrena

Otro lugar donde el amor de Dios se manifiesta es en entrenamiento y corrección. Creo que muchos de nosotros estaremos de acuerdo en que aunque el entrenamiento y la corrección muchas veces no sean muy gratos, son hechos por aquellos que nos aman honestamente, son pruebas del amor que nos tienen. Imagínate una familia donde los padres no corrigen a sus hijos, ¿cómo aprenderán pues los hijos que lo que algunas veces hacen no es lo mejor? Si por ejemplo un hijo quisiera tomarse una medicina peligrosa que está sobre la mesa ¿que harían los padres, si los aman? Le dirían que no es bueno para él, o sea lo corregirían. La otra alternativa es dejar que el hijo haga lo que quiera, bueno o malo. Sin embargo, no creo que muchos de nosotros llamarían amor a esta alternativa. Por lo cual, otro campo donde el amor puede ser manifestado es en corrección y entrenamiento, y Dios como padre amoroso manifiesta Su amor en este campo también. Él nos corrige, nos entrena. Vamos a Hebreos 12.

Hebreos 12:6
“Porque el Señor al que ama, disciplina...”

Dios entrena, disciplina a Sus hijos así como nuestros padres terrenales. Y ¿porqué lo hace? ¿porque no le agradamos? NO. Si no le agradáramos, entonces nunca nos entrenaría, nunca nos corregiría. Los padres que no aman a sus hijos los abandonan, no les importa si lo que hacen es bueno o malo. Pero nuestro Padre nos AMA y por eso nos corrige, nos entrena, nos disciplina.

4. Dios nos ama – No le tememos, le hacemos reverencia

Habiendo visto cuanto nos ama Dios la pregunta es ¿cómo vamos hacia Él? ¿Iremos hacia Él como si fuéramos hacia un ... monstruo o hacia alguien que es muy malo y nos quiere dañar? Si nos dirigimos de ese modo, pareciera que no hemos entendido o no hemos aceptado el amor que Dios nos tiene. Dios no quiere que le tengamos miedo. Lo que quiere es que le amemos, que le hagamos reverencia, que le respetemos como a nuestro Padre quien nos ha amado desde hace miles de años y que pagó con la sangre de Su único Hijo y que HOY nos ama y que para esto nos hizo Sus hijos, puso su Espíritu Santo en nosotros, nos salvó, Él nos sentó en los cielos, etc. Una cosa es tenerle miedo a alguien y otra muy distinta es hacerle reverencia, respetar a alguien. 1 de Juan nos habla al respecto:

1 de Juan 4:18-19
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”

Dios quiere que lo respetemos, no que le temamos. Se le tiene miedo a alguien que pudiera hacerte daño y que no sabes como enfrentarlo, o se le teme a alguien al que no se le conocen sus intenciones o motivos. De lo contrario, no le tengas miedo a Dios, sino hazle reverencia, es respetar a alguien que te ama y Él lo ha probado en la práctica. Dios declara en Su Palabra que nos ama y lo ha probado con todas esas acciones que ya vimos, y aun hay más que puedes encontrar por ti mismo estudiando la Biblia. Entonces, le tendríamos miedo a Dios? NO, porque significaría que no lo amamos perfectamente, puesto que “el perfecto amor hecha fuera el temor” y “aquel que teme no se ha perfeccionado en el amor”. De lo contrario, hacemos reverencia, respetamos a Dios porque lo amamos y porque nos ama no solo de palabra (como muchos otros pudieron habernos .... “amado”) sino con acciones.

5. Dios nos ama – Nada puede separarnos de Su amor

Habiendo visto algunas de las maneras a través de las cuales el amor de Dios se manifiesta y que es por ese amor que Dios tiene para con nosotros que no tenemos miedo de Él sino que le amamos y le hacemos reverencia, es hora de ver que Dios no solo nos ama ahora, sino que no hay nada que nos pueda separar de Su amor. Eso significa que Dios nos amó, nos ama y nos amará por siempre. Vamos a Romanos 8:38-39.

Romanos 8:38-39
“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Dios nos ama y NO HAY NADA QUE PUEDA HACER QUE EL YA NO NOS AME. Este es el amor que lo motivó a hacer todas estas cosas maravillosas cuando “todavía eramos pecadores”. Es ese el mismo amor que lo motiva hoy cuando trata con nosotros, Sus hijos. Y es ese mismo amor que lo motivará cada día y por siempre.

Anastasios Kioulachoglou

Español: Aleida López de Steinmetz
Versión Bíblica: Reina-Valera 1960