Verdades Bíblicas

Sobre el nacimiento de Cristo y la Navidad (Parte I)

1. Lucas 1:26-28: El anuncio de la concepción

Para comenzar este análisis sobre las cosas que la Biblia dice del nacimiento de Jesucristo vamos a ir al primer capítulo de Lucas. Ahí, los versos 5:25 nos hablan sobre el anuncio del nacimiento de Juan el Bautista a Zacarías, su padre, y que Elisabeth, la madre de Juan, se escondió 5 meses después de la concepción. Luego, en los versículos siguientes se procede a decirnos qué pasó al sexto mes de gestación de Juan:

Lucas 1:26-33
“Al sexto mes [sexto mes de la concepción de Juan] el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: “!Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.” Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo [hijo de Dios]; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”

De acuerdo al pasaje anterior, Gabriel, uno de los dos arcángeles de Dios (el otro es Miguel) fue enviado a Nazaret a anunciar a María que iba a ser madre de Jesús. Aparte de esto, el ángel dijo algo interesante sobre Jesús; dijo que iba a ser grande y que iba a ser llamado “Hijo del Altísimo” o sea, Hijo de Dios. También dijo, que Dios le iba a dar el trono de su padre David. Esta ultima declaración significa obviamente dos cosas: primero, que Jesús pertenecía al linaje de David y segundo: que Jesús tenía derechos legales sobre el trono de David, puesto que era legalmente sucesor del Rey David. La veracidad de todas estas declaraciones se aclaran mediante las dos genealogías de Jesús que vienen en Mateo 1:1-17 y en Lucas 3:23-38. La primera de estas genealogías se refiere al supuesto padre de Jesús, José, y demuestra que venía directamente de la linea regia del Rey David. Por lo cual, desde el punto de vista legal1 Jesús tenía derechos sobre el trono de David. Aparte de esta posición legal, y puesto que Jesús no era en verdad hijo de José, también tenía que tener una posición física en la casa de David, lo cual tenía a través de María, su madre. Verdaderamente, la genealogía de María que viene en Lucas 3:23-38 demuestra que venía de la casa de David. Por lo cual, tanto física como legalmente, Jesús era de la casa de David con todos los derechos sobre su Trono2.

Todas estas cosas, por supuesto no fueron accidentales. De lo contrario, eran requisitos previos para el Mesías, puesto que de acuerdo a las profecías del Antiguo Testamento, que prometían que vendría del linaje de Abraham (ver Génesis 21:12 y Gálatas 3:16) y del linaje de David (ver Salmos 132:11 y Hechos 2:29-30). Por lo cual, puesto que era el Mesías, no podías ser mas que del linaje de Abraham y de David, y efectivamente lo era. Mateo 1:1 expresa esta verdad muy directamente:

Mateo 1:1
“...Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.”

De este modo, las genealogías de Jesús no son solo una enumeración histórica, sino consisten en UNA PRUEBA DE QUE JESÚS ES EL MESÍAS, EL CRISTO, EL PROMETIDO. En él, Dios no solo cumplió su promesa a Abraham y a David (Génesis 21:12, Salmos 132:11) sino también Su promesa a toda la raza humana (Génesis 3:15) que después de la caída esperó a aquel que rectificaría la situación: al Cristo.

Regresando al anuncio del ángel, María tenía una pregunta:

Lucas 1:34
“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.”

La frase “no conozco varón” demuestra que María todavía no había tenido relaciones sexuales. La razón es que en aquel tiempo solo estaba comprometida con José, porque para poder tener relaciones sexuales con él debían estar casados. Sin embargo, en comparación con otros casos, la concepción de este hijo no necesitaría la contribución de otro humano mas que de María, y la explicación de abajo que el ángel demuestra aclara que sería Dios quien se encargaría del resto.

Lucas 1:35-37
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabeth, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios. [pero el texto en griego dice: “porque con Dios no hay nada hablado que esté desprovisto de poder (oti ouk adunatesei para tou theou pan rema)]”

De acuerdo a las explicaciones del ángel, este hijo iba a ser concebido como resultado de una maravillosa actividad del Altísimo, o sea, Dios. Por eso, iba ser llamado Hijo de Dios o Hijo del Altísimo.

Después de que María escuchara las explicaciones, aceptó lo que el ángel le dijo:

Lucas 1:38
“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.”

Con la aprobación del plan de María, el ángel partió de ella3.

2. Mateo 1:18-25: La reacción de José

Estando María comprometida con José y teniendo un hijo que no era de él puso la situación muy difícil para María, y la reacción de José es de importancia crucial. Estas reacciones vienen en Mateo 1:18-25 y van a ser el tema de ésta sección. Vamos a empezar a leer desde el versículo 18:

Mateo 1:18
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.” (versión Reina-Valera 1960)

En la versión en inglés King James, el versículo inicia con la palabra “Now” “ahora” y en la versión Reina-Valera 1960 no viene, pero voy a comparar ciertos puntos de la versión King James con el texto en griego. Como decía, ésta palabra es la conjunción griega “de” que denota movimiento de un tema a otro. En este caso, debería ser traducida como “and” (y) o como “now” (ahora) y hacer una comparación entre lo que precede y lo que sigue. En este ultimo caso debería ser traducida como “but” (pero). De las 2870 veces que aparece esta conjunción, la versión King James la traduce 1237 veces como “but” (pero), 934 como “and” (y), 166 como “now” (ahora), así como otras 300 veces ni si quiera se traduce (como este preciso caso del verso en la Reina-Valera). Para saber exactamente cómo debería ser traducida se debe ver de acuerdo al contexto de dicho pasaje. En este caso, debería ser traducida como “but” (pero) porque compara la manera en que Jesucristo fue concebido, con la manera en que fueron concebidos aquellos mencionados en las genealogías de Mateo 1:1-17. Así que, en esta genealogía leemos que “Abraham engendró a Isaac, Isaac ENGENDRÓ a Jacob....” Jesucristo no fue engendrado por un padre humano así como los demás, si no que su padre era Dios, y esta conjunción lo quiere poner en claro haciendo ésta comparación.

Habiendo aclarado lo anterior, continuamos en el mismo pasaje donde aprendemos que antes de que José y María se “juntasen” o sea, antes de que hayan tenido relaciones sexuales, María estaba embarazada. Bajo esas circunstancias, la posición de María estaba muy difícil y mucho dependía de la reacción de José. En verdad, si por esa razón, José hubiera decidido “atribuirle faltas que dieran de qué hablar” (Deuteronomio 22:14) entonces, de acuerdo a la ley, el castigo para María hubiera sido la muerte (Deuteronomio 22:13-21). Aun así, en este ultimo caso, la posición de María y del niño serían muy difíciles, puesto que la sociedad no podría aceptarla teniendo un hijo sin tener marido. El versículo 19 nos dice sobre las dos opciones que José estaba pensando hacer:

Mateo 1:19
“José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.”

José se describe como un hombre justo, como alguien deseoso de cumplir la ley. De las dos opciones que tenía de acuerdo a la ley, lo que tenía en mente era seguir la segunda, osea, dejar a María secretamente a través de una carta de divorcio. Sin embargo, Dios interfirió en este momento crucial para proteger a María y al mismo tiempo proteger a Jesús:

Mateo 1:20-21
“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”

Dios, en su interferencia, informó a José que el hijo de María era de Él y lo animó a no hacer lo que estaba planeando. También le dijo el nombre que debía ponerle al niño. Esta es la segunda vez en que se hace referencia al nombre del bebé4. Sin embargo, ésta vez la Palabra nos dice la razón por la cual el niño debía llamarse Jesús y era porque él iba a salvar al pueblo de sus pecados. En cuanto a este nombre, se tiene que decir que lo que es único aquí, no es el nombre mismo, porque este nombre ya se había empleado antes. De hecho, Josué hijo de Nun (Josué 1:1) tenía exactamente el mismo nombre que Jesús pero la traducción en inglés lo hace ver diferente5. Lo mismo pasa con el hombre llamado Jose (KJV, NKJV) o Josué (NIV) en Lucas 3:29. El nombre de este hombre en griego es “Iesous” exactamente como el nombre de Jesús. Por lo cual, la importancia de este nombre no estaba en que se estaría usando por primera vez, por que no era así. Sino que su importancia estaba en el significado que tiene en Hebreo: “el Señor (Jehová), traería salvación”. En realidad, era Jesucristo, quien a través del Señor, Jehová, traería salvación al pueblo y el que salvaría al pueblo de sus pecados. Esa es la verdadera importancia del nombre. Regresando a José y su reacción, los versículos 24 y 25 nos hablan si la interferencia de Dios cambio su decisión o no:

Mateo 1:24
“Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.”

Después de la interferencia de Dios, José decidió no dejar a María. De ésta maravillosa manera Dios protegió a María y al niño en esta situación tan crítica. Es así también como Dios arregló las cosas para que María pudiera tener el hijo que no era de su Marido dentro de una sociedad donde cosas como esa serían totalmente inaceptables. Por supuesto que el rol de María y José aquí son grandiosos; por ejemplo, su disposición de creer que Dios verdaderamente les había dicho ésto. Y aunque desde el punto de vista genealógico ellos eran la pareja perfecta para ser la familia del Mesías, no hubiera sucedido si alguno de los dos no hubiera estado dispuesto a creer a Dios y cooperar con Él.

3. Lucas 2:1-20: La noche del nacimiento

Después de haber visto el anuncio de la concepción de Jesús a María y la reacción de su esposo José, lo siguiente que vamos a ver es lo que pasó la noche de su nacimiento. Para empezar vamos a ver el segundo capítulo de Lucas donde los versículos 1-3 dicen:

Lucas 2:1-3
“Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.”

En este pasaje viene mucha información histórica que puede ayudarnos a ubicar con exactitud el año en el que Jesús nació. La primera pieza de información se trata de un registro de “todo el mundo” o sea, de todo el mundo que estaba bajo el régimen Romano. De acuerdo a los hechos históricos, este registro sucedió alrededor del año 3 A. C. La razón por la que la Palabra de Dios se refiere a este censo como “PRIMERO” es para ayudarnos a no confundirlo con otros censos que se llevaron a cabo después, alrededor del año 6/7 D. C. Que Jesús naciera antes del año que se suponía que había nacido también se indica mediante el hecho que viene en Mateo 2:1 donde dice que Jesús nació, siendo Herodes rey de Judea. De nuevo, de acuerdo a las fuentes históricas, este rey murió entre el año 5 A. C. y 1 A. C. Por lo cual queda claro, si esta fuente es correcta, que Jesús nació antes del año 1 A. C. Y si el supuesto año de registro es también correcto entonces nació alrededor del año 3 A.C.

De acuerdo al período del año en que Jesús nació es muy poco probable que haya nacido el 25 de diciembre. Esto resulta obvio mediante el hecho de que un censo no se hubiera llevado a cabo en el corazón del invierno, puesto que las condiciones del clima hubieran hecho que la transportación de la gente a la ciudad de sus familias6 fuera muy complicada. De hecho, en nuestra era donde velocidad significa transportación, los censos se hacen en períodos donde el clima no es obstáculo. Obviamente, si esto fuera hoy verdad, también aplicaría para nuestra era. Por lo cual, un supuesto nacimiento de Cristo el 25 de diciembre y un censo de todo el mundo en esas fechas son cosas que no van juntas. También, el hecho de que el verso 8 hable de que había pastores con sus rebaños en el campo indica una vez más que Cristo no pudo haber nacido el 25 de diciembre puesto que por el clima, un rebano nunca podría estar en el campo en ese tiempo. Como Adam Clark dice característicamente:

“Como esos pastores no han llevado sus rebaños a casa, es un presunto argumento de que Octubre aun no comenzaba, y eso indica, consecuentemente, que nuestro Señor no nació el 25 de diciembre, cuando no había rebaños en el campo.... Por ese simple motivo, se debe hacer a un lado que el nacimiento ocurrió en diciembre.” (Cita tomada de R.E. Woodrow: “Babylon Mystery Religion”, Ralph Woodrow Evangelistic Association Inc., 1966, impresión 1992 p. 141)

Por todo lo anterior, queda claro que es muy poco probable que Jesús nació el 25 de diciembre. ¿Porqué entonces se celebra su nacimiento ese día? Pues porque no es nada mas que costumbres paganas, que paganos conversos introdujeron al Cristianismo. Como J. Frazer dice:

“El culto religioso pagano más grande que adoptó la celebración del 25 de diciembre como festivo en todo el mundo Romano y Griego fue la celebración pagana de alabanza al sol Mithraism... Este festival de invierno se llamaba “la Natividad” - la “Natividad del Sol” (ver J Frazer: “The Golden Bough”, New York, Macmillan Co., 1935 p 471. La cita se tomó de R. Woodrow op.cit. p. 143)

Incluso una fuente tan conservadora como la “Enciclopedia Católica” admite que fue este festival pagano el que produjo la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre:

“El bien conocido festival solar de Natalis Invicti [La Natividad del Sol Invicto] celebrado el 25 de diciembre, alega fuertemente en tener la responsabilidad de nuestra fecha decembrina” (Ver “The Catholic Encyclopedia”, New York, Robert Appleton CO., 1911, p.725. Esta cita fue tomada de R. Woodrow op.cit. p. 143).

Por todo lo anterior7, queda claro que el 25 de diciembre no es el día del nacimiento de Jesús, sino el día que los paganos celebraban el nacimiento del sol. Cuando estos paganos se convirtieron al Cristianismo, trajeron con ellos sus prácticas paganas. La Iglesia, en vez de tomar una posición valiente y pelear en contra de esas prácticas, prefirió “cristianizarlas”. Entonces, el “nacimiento del dios sol” se cambió al “nacimiento del Hijo de Dios”.

Desafortunadamente, esa es solo una de muchas prácticas y tradiciones que aun siguen un número considerable de cristianos. Todo esto no significa que vamos a actuar en contra de la celebración del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre o empezar a pelear con nuestras familias al respecto. La fecha en que nació no es lo importante sino que ¡NACIÓ!. Sin embargo, tenemos que mantener en mente todas las cosas que probablemente vemos suceder en éste período y no dejarnos llevar por tradiciones de hombres. Después de ésta divagación en cuanto la fecha del nacimiento de Jesucristo es hora de continuar en Lucas 2. Entonces después de que los versos 1-3 nos dieran algo de información histórica sobre el registro, los versículos 4-7 nos hablan de lo que José y María hicieron:

Lucas 2:4-7
“Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.”

El nacimiento de Jesucristo en Belén no fue accidental. De acuerdo con el Antiguo Testamento (Miqueas 5:2) el Mesías debería de nacer en Belén. Es verdaderamente sorprendente la forma en que Dios arregló las cosas para que fuera posible que la profecía se cumpliera. José y María no vivían en Belén. De hecho, Belén estaba muy lejos de Nazareth8 y probablemente la obligación del padrón los hizo ir hasta allá bajo esas condiciones (María estaba embarazada). Pero cuando el tiempo correcto se llegó, esta razón los llevó allá; y ahí nació Jesús y la promesa de Dios se cumplió. Para cumplir su promesa, Dios no se apoderó de ellos y se los llevó a Belén, esa no es la manera en que Dios obra, sino que cuando se está bajo su voluntad, Él arregla las cosas de tal modo para que se logren como quiere. Vamos a continuar:

Lucas 2:8-14
“Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”

Los primeros a los que Dios anunció el nacimiento de Su Hijo fueron esos humildes pastores, y sabes ¿porqué Dios les dio la noticia a ellos y no a Herodes o a los Fariseos o a las otras autoridades de ese tiempo? Porque los pastores CREÍAN en Él, creían que ese bebé era el Mesías, el Cristo, así como el ángel les dijo. El versículo 20 dice que “regresaron [del pesebre] glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían visto y oído”. Ellos creyeron lo que Dios les había dicho sobre el niño a través de Su ángel y fue esa creencia lo que produjo esa alegría. Herodes, también como el religioso de la época, no creía en eso. Él persiguió al niño y su venida solo le ocasionó problemas. Por eso Dios no les hizo el anuncio a ellos. Incluso hoy en día: Dios está presto para revelar a Su Hijo a aquellos que tengan un corazón que CREA en Él y en verdad cada alma que esté hambrienta de la Palabra de Dios será llenada. Por otro lado, aquellos que son enemigos de la Palabra, aquellos que la desprecian, no la tendrán; los anuncios maravillosos de la Palabra no se les harán a ellos y aunque les fueran hechos, no les serán de utilidad, como sucedió con los Fariseos. Es por eso que debemos tener nuestros oídos abiertos para escuchar lo que Dios quiere de nosotros en vez de hablar la Palabra de Dios al azar tanto a los “Fariseos” como a los “pastores” por igual. Si tenemos nuestros oídos abiertos, Dios nos enviará a los “pastores”, a aquellos que tienen hambre de Él para que sean llenos. Si no tenemos nuestros oídos abiertos, sino que hacemos las cosas de Dios basándonos en nuestros cinco sentidos, muy probablemente vamos a terminar desperdiciando nuestro valiosísimo tiempo, no solo para nosotros sino también para Dios, con los “fariseos” que desprecian el alimento de la Palabra de Dios, mientras que los “pastores” buscan quién los alimente. Pero vamos a continuar:

Lucas 2:15-20
“Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.”

Los pastores le creyeron al ángel y fueron ahí y encontraron a Jesús envuelto en panales y acostado en el pesebre tal y como el ángel les dijo. Es precisamente en este punto, donde la tradición asume que “los sabios”, que por cierto también asume que eran tres, vinieron. En el próximo tema veremos si estas tradiciones son correctas o no.

Anastasios Kioulachoglou

Español: Aleida López de Steinmetz
Versión Bíblica: Reina-Valera 1960

 



Notas al pie

1. De acuerdo a las costumbres del país, la postura de Jesús en la sociedad dependía de los documentos del hombre que acreditaban que la persona mencionada suponía ser su padre, o sea José

2. Para una discusión más extensa sobre cosas pertinentes a las genealogías de Jesucristo recomendamos al lector nuestro artículo “Las genealogías de Jesús”

3. Es interesante notar que la Palabra de Dios no dice en ningún lado que el ángel le dio a María una .... lili o que el ángel tenía alas o que él o María o alguien más tenían un círculo en la cabeza. Obviamente, todo eso no es más que pura imaginación humana.

4. El primero estaba en el anuncio de la concepción a María (Lucas 1:31)

5. Josué es la versión en Hebreo del Griego “Iesous”. Las traductores ingleses transcriben el mismo nombre en el Antiguo Testamento del texto en Hebreo y en el Nuevo Testamento del texto en Griego. Por eso la diferencia. En el antiguo texto de la Biblia en Griego (LXX y Nuevo Testamento) Josué y Jesús es el mismo nombre: Iesous, Jesús

6. El clima en Palestina no es muy diferente del clima de mi país, Grecia. Así que, la parte cálida del año es mucho más larga que en el Norte de Europa, el período de Noviembre a Marzo no es menos frío con temperaturas que frecuentemente son bajo cero.

7. Para más evidencia se le recomienda al lector el excelente trabajo de Ralph Woodrow op. Cit

8. De acuerdo al mapa son 108 km. De distancia