Verdades Bíblicas
Suscribirse

Descarga gratis la versión optimizada del estudio en PDF  para tu eBook reader (lector de libros electrónicos / Tablet PC / Desktop PC (computadora de escritorio) / Smartphone. Edición en PDF

“Puedo hacer lo que yo quiera y seguir siendo salvo. En el día del juicio mis obras (pecaminosas) tal vez sean quemadas pero yo como quiera lo voy a lograr”

La gente obtiene esta idea mal interpretando y tomando 1 Corintios 3:15 de nuevo, fuera de contexto. Vamos a leerlo:

1 Corintios 3:10-15
“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”

La gente toma el verso 15 y piensa dentro de sí: “básicamente no importa lo que haga”. Cualquier cosa que haga, incluso si ando en la carne, puede que pierda la recompensa pero aun así voy a lograr entrar al Reino. Mis obras serán quemadas pero yo no estoy en peligro”. Esto no es de ninguna manera lo que el texto dice. El pasaje no está hablando de obras en general, incluyendo obras pecaminosas sino que está hablando de construir EN EL FUNDAMENTO, EL CUAL NO ES OTRO MAS QUE JESUCRISTO, esto es, habla de obras que fueron hechas en el fundamento de Cristo. Por lo cual, este no es un pasaje dirigido a personas que dejaron este fundamento para seguir el mundo, viviendo conforme a la carne, la vieja naturaleza, pecando voluntariamente y como forma de vida. Para ese caso hay otros pasajes que hemos visto ya en este estudio. Más bien, este pasaje se refiere a la gente que permanece en Jesús y tienen a Jesús como su fundamento. No toda obra que haga un creyente pasará la prueba de fuego. Algunas de ellas serán quemadas. Cualquiera que haya servido al Señor por algún tiempo, probablemente puede nombrar algunas cosas que ha hecho en el fundamento de Cristo que no pasarán la prueba de fuego. Por ejemplo, a aquellos que enseñan la Palabra, Santiago dice:

Santiago 3:1-2
“Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. [NVI seremos juzgados con más severidad] Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.”

Muchos quieren enseñar la Palabra de Dios y si eso es para lo que Dios los ha llamado a hacer, deberían de hacerlo con temor de Dios. Pero no significa que estén libres de riesgo. Habrá juicio por lo que uno enseña y por cualquier otra obra construida en el fundamento: “porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.” Este es el contexto del pasaje. Podemos aplicarlo para obras construidas en el fundamento de Jesucristo. Algunas son de oro, plata y piedras preciosas, pero otras de madera, hojarasca y paja. Estas últimas serán quemadas.

 

Autor: Anastasios Kioulachoglou

 

Siguiente: Hablar en lenguas (para aquellos que lo hacen)