Verdades Bíblicas

“No temáis vosotras” (PDF) Edición en PDF

“No temáis vosotras”

Estamos en Mateo 28. Se acerca “el primer día de la semana”. Tres días antes, los líderes religiosos habían crucificado al Señor. José de Arimatea puso Su cuerpo en una tumba y los fariseos sellaron la piedra y pusieron guardias alrededor de ella. Y luego, “pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana”…

Mateo 28:1-6
“…vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.”

Lo que me impresiona en este pasaje es que el ángel no dijo: “No teman” a los guardias. Estaban aterrorizados. Se volvieron como muertos cuando lo vieron. El que estaba muerto fue resucitado y aquellos que lo guardaban se volvieron como muertos. Pero el ángel no les dijo ni una palabra. ¡No los animó! Y es por eso que la palabra “ustedes”, “vosotras” (español antiguo), se vuelve muy importante. Volviéndose a las mujeres el ángel les dijo: “No temáis vosotras”. No vean a los guardias. Están aterrorizados y así es como deben de estar. Pero no USTEDES. USTEDES, seguidoras de Jesús, buscadoras de Jesús NO TENGAN MIEDO. No dijo esto a aquellos que guardan una tumba vacía; a aquellos que trataban de mantener al Señor en una tumba. Esos están aterrorizados pero USTEDES (TU) no. Porque sé que TU, querido hermano, buscas al Señor y donde quiera que Él está, tú también. No tengan miedo “No temáis vosotras, porque sé que ustedes buscan a Jesús”.

En el mismo tono el Espíritu Santo nos dice en 1 Tesalonicenses 5:1-10:

1 Tesalonicenses 5:1:10
“Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él”.

Tan pronto como la resurrección vino sobre los guardias, así también vendrá el día de Señor, como ladrón en la noche. “Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán”. Estarán aterrorizados y nadie les dirá “No teman”. Les repito queridos hermanos, nosotros no. Porque nosotros no estamos en la oscuridad, de tal modo que la noche nos caiga como ladrón en la noche. Dios sabe a quién seguimos. Dios sabe a quién buscamos. Que buscamos y esperamos a Jesús. Por lo cual, no teman ¡Porque Dios no nos señaló para ira sino para obtener salvación a través de nuestro Señor Jesucristo. Él viene ya! Nuestro Señor ya viene. TÚ, seguidor, que buscas a Jesús, no temas.

Anastasios Kioulachoglou

Español: Aleida López de Steinmetz
Versión Bíblica: Reina-Valera 1960